La Feria de San Isidro lo eclipsa todo en el mundo taurino. Desde cualquier lugar, del llamado Planeta de los Toros, se está pendiente de lo que ocurra cada tarde en el ruedo de Las Ventas
Incluso más allá de las fronteras donde se practica el toreo se sigue con expectación lo que allí ocurra.Y durante su largo serial, más de un mes seguidito, ocurren muchas cosas, tanto dentro como fuera del redondel. Qué duda cabe que dentro son los profesionales del toro, toreros, rejoneadores, ganaderos…, los que ocupan el espacio, pero fuera de la arena se produce otro espectáculo, tan colorido y especial como que se necesita contarlo.
A la plaza acuden todo tipo de personajes, más allá de los abonados habituales, que en Madrid alcanzan una cifra superior a los 16.000. Desde el Rey Emérito Juan Carlos I y su hija la Infanta Elena, aficionados de pro, hasta personajes de la política, de la música, del deporte, de las distintas artes, famosos de ocasión… Todo el mundo se concita en la plaza de Las Ventas, sabedores de que es el polo de atención y que ejerce una atracción como si fuera un imán que nos une a millones de personas en todo el mundo.
Es habitual ver gentes conocidas en cualquier espectáculo de masas, fútbol o conciertos, pero sin llegar al abanico del que se nutren Las Ventas durante San Isidro.
A nadie le extraña ver, tras de la realeza citada, al premio nobel de literatura, Vargas Llosa, al futbolista Sergio Ramos o el tenista Feliciano López, al cantante Andrés Calamaro o Caco Senante, a escritores como Sánchez Dragó o Fernando Savater, directores de cine como José Luis Garci, actores como Ana García Obregón o Jorge Sanz, periodistas como Pedro J. Ramírez o José Mª García, políticos como Pío García Escudero o Cristina Cifuentes, personajes como Carmen Martínez Bordiu, Cayetano Martínez de Irujo o Antonia Dell’Atte; sin contar con quienes fueron toreros de otras latitudes como Eloy Cavazos o Armillita, entre otros muchos.
San Isidro es una gran feria no solo porque se den toros más de un mes seguido, sino por la capacidad de convocar gentes de todas partes y de todos los gremios. Sin hacer balance, digamos que solo entre los nombrados hemos citado gentes de Argentina, Perú, México, Italia, no todos precisamente taurinos. Eso es San Isidro, nada más y nada menos.
