Tras lo de las Islas Baleares, inventándose las corridas de Walt Disney o de mazapán, ya nos queda muy poco por ver en esta extraña España taurina y tan poco amiga de la democracia y la libertad.
Una izquierda rancia -curiosamente eso se le decía antes a la derecha- y ridícula, quiere imponer por sus santos coj…. a todos los ciudadanos sus gustos y/o sus manías.
Pero lo más curioso es cómo el antes llamado PSOE ha soltado la E de español para posicionarse a la carta según la comunidad o ciudad donde se encuentre. Triste panorama que también aqueja al mundo de los toros.
Desde Alicante a Baleares, pasando por Madrid, se van posicionando en función del cómo están posicionados ellos en los distintos ayuntamientos o comunidades autónomas. La política española es para ellos cosa de otros, el oportunismo es mucho mejor para sus intereses. Desgraciadamente en lo taurino también.
Allá en Andalucía, donde llevan ya casi cuarenta años (parece mentira pero son los mismos que el dictador Franco) en el poder, lo taurino va viento en popa. Claro que se haría difícil cambiar de postura en la región donde existen más ganaderías y toreros por metro cuadrado. Distinto es en las Islas Baleares donde no se van a enemistar con ningún profesional. Así funcionan.
Algo que en lo taurino debemos reprocharles -allá cada cual en el resto de temas-, pero advirtiendo que quién sabe si eso es lo que les ha bajado los votos que últimamente reciben.
De cualquier modo, nos gustaría una política nacional para la Fiesta por parte de los socialistas. Sentido de estado y sentido común para con una Fiesta que está protegida. Si no lo hacen por convencimiento, al menos que lo hagan porque conocen las leyes. Por cierto, que sería lo mínimo a exigirles a unos políticos profesionales.