Es la Hora de América
Con la llegada de noviembre, comienza la hora de América en lo que se refiere al mundo taurino.
Dejamos atrás una larga temporada en España y Francia, desde febrero a octubre, y nos disponemos a contemplar en la distancia cuanto acontezca en la fiesta brava, la fiesta de los toros.
Muchos serán los toreros españoles, franceses también, que hagan sus maletas para cruzar el charco y continuar su temporada, esa temporada que no tiene fin, que empalmará Europa con América con pocos días de descanso, con poco intervalo para seguir viendo el toro de cerca.
Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela están, año tras año, dispuestas a coger el testigo de la tauromaquia vigente. No sin dificultades, como pasa en España, no sin enemigos que quieren echarla abajo, pero entusiastas continuadores de la tradición secular heredada de nuestros mayores.
Mal que les pese a muchos, la Tauromaquia no tiene fechas en el calendario vacías. A grandes ferias, la de El Pilar en España, le seguirá la de Lima en Perú durante noviembre; a la temporada continuada de los domingos en Las Ventas, le sigue, tras solaparse con novilladas en estos domingos de atrás, la Temporada Grande en La México, ya anunciado el elenco de ganaderías y diestros que actuarán.
Es decir, no pasa ni un solo domingo, o fiesta de guardar, que en algún lugar del planeta se celebre un festejo taurino. De ahí que se le llame el Planeta de los Toros. América, con su distinto clima y horario, hace el milagro de la continuidad. Nosotros lo celebramos, mientras para otros resulta incontestable el hecho de que no es una fiesta, ni tradición menor, es universal y perdura en el tiempo sin solución de continuidad.
América coge el testigo y aquí, entre tanto, nos preparamos para 2017. La Fiesta sigue, la Fiesta está viva.
Más Opinión y Toros aquí