Agotado el calendario europeo, los toreros se marchan a hacer las Américas y seguir allí su temporada
Después de repasar las ferias de plazas como La México, Acho y Cañaveralejo La temporada taurina continúa al otro lado del charco (I), nos adentramos en otras también de gran importancia al otro lado del Atlántico.
La Nuevo Progreso de Guadalajara
En la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, encontramos la segunda plaza de toros más importante de México, la Nuevo Progreso. Jalisco en la cuna del tequila y la charrería y cuenta con una gran afición, seria y exigente.
Es plaza de temporada, con un serial inicial de Aniversario en febrero o diversas novilladas en septiembre y octubre. Entre noviembre y diciembre celebra el cierre de la temporada, al que acuden toreros españoles. Este año, concretamente, ha comenzado el domingo 3 de noviembre con una novillada y continúa los domingos hasta el 1 de diciembre con cuatro corridas de toros.
La Nuevo Progreso fue inaugurada el 4 de julio de 1967 con un cartel compuesto por Joselito Huerta, Raúl Contreras ‘Finito’ y Manolo Martínez, con toros de José Julián Llaguno. Su arquitecto fue José Manuel Gómez Vázquez. Hasta 1979 era conocida como la Monumental de Jalisco, según la bautizó Leodegario Hernández, quien mandó construirla. El ruedo tiene un diámetro de 46 metros y es una de las más cómodas, con asientos completos y capacidad para unos 16.500 espectadores.
Además su número de vomitorios permite el desalojo en siete minutos.
Imagen aérea de la Nuevo Progreso.
Feria Taurina de Latacunga en Ecuador
La temporada de América continúa en la capital de la provincia de Cotopaxi. Actualmente es una de las feria más importantes del país, junto a Ambato y Riobamba, y se celebra entre noviembre y diciembre, en la Plaza de Toros San Isidro Labrador, de la que adopta su nombre, Feria de San Isidro Labrador.
Cada año reúne a figuras internacionales, dando cabida también a los locales, y es habitual que se dé una alternativa. La plaza se renovó por última vez en 2011 así que su aspecto es muy actual. Tiene capacidad para 4.000 espectadores.
Una curiosidad, en el año 2015 se vieron obligados a suspender la Feria por la actividad del volcán Cotopaxi.
La Plaza de Toros San Isidro Labrador de Latacunga, Cotopaxi.
La gran Feria de Manizales
La Feria de Manizales es de vital importancia y relevancia para la economía y el turismo de la capital de Caldas, departamento de Colombia. Su historia comienza en el año 1954, cuando un grupo de taurinos colombianos coincidieron en la Feria de Abril de Sevilla y se les ocurrió “llevarla” a Manizales. Con esa inspiración, en 1955 se celebró la primera edición, con un cartel compuesto por el rejoneador Ángel Peralta y los diestros José María Martorell y Cesar Girón.
Actualmente se celebra a principios del mes de enero y suele constar de cuatro corridas de toros, una novillada y un gran festival. Hay que subrayar la categoría de los toreros que actúan en Manizales cada año, con carteles y ganaderías del más alto nivel.
El trofeo Catedral de Manizales es el premio que recibe el triunfador de la Feria de Manizales, que es una réplica de oro de la Basílica Metropolitana Nuestra Señora del Rosario de la capital.
La Plaza de Toros de Manizales
Se tiene constancia del primer ‘circo de toros’ en el año 1897 y se construyeron trece más hasta el año 1951, año de inauguración de la plaza actual. Fue el 23 de diciembre con una corrida de Mondoñedo donde actuaron Antonio Bienvenida, Manolo Gonzáles y Alfredo Jiménez.
Tiene capacidad para unos 15.600 espectadores.
Vista aérea de la Plaza de Toros de Manizales. Fotografía de Jorge Hernán López.
Hay que destacar también la importante labor de esta Feria con los más necesitados, destinando beneficios al Hospital Infantil de la Cruz Roja de Manizales.
¡Feliz semana, taurinos!
