Written by BLANCA Rios Montes• 22 octubre, 2024• 17:50• ¿Qué es una Corrida de toros?

Funciones, vicisitudes y curiosidades del ‘Sobresaliente’ en La Tauromaquia

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¿Sabes quién es el sobresaliente en una corrida de toros? ¿Quién el contrata? ¿Cuándo interviene? Estás y otras cuestiones te las explicamos, con pelos y señales, datos y ejemplos, en este artículo. Haz click!

la figura del sobresaliente en los toros

El papel olvidado del 'Sobresaliente' en la tauromaquia: Responsabilidades, retos e historias

La figura del sobresaliente de espada (o espadas) es una de las más desconocidas en La Tauromaquia. La mayoría de los aficionados, incluso el público en general, sabe que se trata de un matador “reserva”, que interviene cuando los “titulares” han resultado cogidos o lesionados y sus heridas les impiden continuar la lidia. Pero ¿cuántos de ellos conocen de veras las funciones del mismo y su cometido durante la lidia? Esas y otras cuestiones las desentraña Servitoro a lo largo de las siguientes líneas.

En primer lugar, hay que especificar que a los sobresalientes los contrata la empresa que organiza el espectáculo. Si el festejo es un mano a mano, los dos matadores del cartel estarán acompañados de un sobresaliente, mientras que si es un solo torero quien hace frente a los seis astados, serán dos los “toreros suplentes” que hagan el paseíllo por detrás del matador anunciado como único espada.

Su principal función, como quedó reseñado, es la de hacerse cargo de la lidia cuando los matadores del cartel sufren algún tipo de percance severo, pero además, intervienen en la lidia saliendo a la arena para auxiliar a sus compañeros durante los tercios de banderillas si el festejo es un mano a mano o, en los medios, protegiendo al subalterno que va a cubrir el segundo tercio ante una arrancada intempestiva del astado.

Normalmente, los toreros que se ajustan para cumplir este cometido suelen ser profesionales con varios años de alternativa, que, por unas causas o por otras, su carrera no ha acabado de romper, y, ante la falta de contratos, ven en dicha función la oportunidad de seguir viviendo de su profesión. Toreros como Fernando Martín “Sacromonte”, Abelardo Granada, Nicasio Pérez “Cesterito” o Manolo Gómez y más recientemente Enrique Martínez “Chapurra”, David Saleri, Salvador Ruano, Miguel Ángel Sánchez y Álvaro de la Calle han ejercido o ejercen esta labor con asiduidad.

Quizá el caso más relevante en los últimos años haya sido el de Álvaro de la Calle, que se vio obligado a coger las riendas de la lidia en la Feria de Begoña de 2013 en Gijón, cuando resultaron heridos Antonio Ferrera y Javier Castaño y mató con éxito un toro de La Quinta, al que cortó una oreja después de una actuación de mucho peso. También en Madrid, en 2022, tuvo que hacerse cargo de cinco astados tras el percance sufrido por Emilio de Justo y dio una vuelta al ruedo tras estoquear un gran toro de Victoriano del Río.

David Sánchez “Saleri”, en 2001, también se quedó con una corrida completa de Los Guateles en Olivenza tras caer lesionado Pedrito de Portugal, que actuaba en solitario, en el primer toro de la tarde, y, años después, en la Feria de Otoño de 2008, tuvo que dar muerte al último astado, de la ganadería de Fuente Ymbro, tras haber sido cogido de gravedad Miguel Ángel Perera en el astado anterior.

También sucede que, a veces, son los propios sobresalientes quienes resultan heridos. Así ocurrió en el mano a mano de 2022 en Estella entre Sánchez Vara e Imanol Sánchez cuando Chapurra fue empitonado por un toro de Miguel Reta en Estella, o de Manolo Gómez cogido al rematar un quite por el último de la tarde en la Goyesca del 2 de mayo de 1990 en Madrid, en la que actuaban Curro Vázquez y Luis Francisco Esplá, que también resultó cogido.

Sin embargo, la más severa de todas fue la de Julián de Mata, torero que ejercía de taxista pues apenas se vestía de luces, y que fue contratado el 25 de mayo de 1975 para actuar de sobresaliente en un mano a mano entre Ruiz Miguel y Antonio José Galán. Con los dos diestros anunciados en la enfermería, De Mata, visiblemente sin facultades, recibió una gravísima cornada en el tórax al tratar de lidiar al sexto toro, un remiendo de El Jaral de la Mira, y el festejo hubo de ser suspendido ante la falta de “mano de obra”. Sucesos y vicisitudes, no siempre épicas, de una función desconocida para muchos en el (como diría Cañabate) apasionante Planeta de los Toros.